Caminos Austria 2, Trainingsbuch mit Mediensammlung

Evalúa tus competencias B Primero piensa en lo que has aprendido en estas tres últimas unidades. ¿Sabes hacerlo bien o necesitas repasar? Marca con una cruz (X) tu nivel actual y después haz los ejercicios. Corrígelos con las soluciones de la página 128 y marca en un color diferente tu nivel real. 1 COMPRENSIÓN LECTORA !! Puedo entender una anécdota. Soy capaz de entender textos breves sobre experiencias personales. Me puse mala mientras estaba de viaje Lee el texto sobre una persona que se enfermó cuando estaba de viaje. Elige la respuesta correcta (A, B, C o D) para los enunciados (1–7). Pon una cruz (X) en la casilla correcta. La primera respuesta (0) ya está hecha y sirve como modelo. Normalmente viajar es algo maravilloso. Todos lo sabemos y a todos nos gusta viajar. Hay un destino ideal para cada tipo de viajero: puedes ir a descubrir playas casi desiertas en algún lugar del océano Pacífico, puedes conocer cómo era la vida en México antes de la llegada de Colón si visitas las ruinas mayas, o puedes ver la influencia de la tecnología en nuestra vida si viajas a Japón. Sin embargo, los viajes pueden tener momentos difíciles, imprevistos e incluso un poco peligrosos. Yo tuve un momento así cuando viajé a la India. Llegué con tres amigas a Calcuta y la ciudad nos impactó desde el primer momento. Para las cuatro era la primera vez en ese país asiático. El motivo de nuestro viaje era celebrar el final de nuestros estudios universitarios. Después de casi seis años, por fin éramos libres. Bueno, o eso pensaba yo hasta que cometí un error básico de higiene y de salud. ¿Qué me pasó? Pues cuando nos registramos en el primer hotel, yo tenía tanta sed que bebí agua directamente del grifo del baño. Tengo que decir que el agua no sabía ni mal ni rara. Lo que me asustó fue la cara de mis amigas cuando vieron que yo estaba bebiendo agua directamente del grifo. María tenía una botella de agua que había comprado cuando bajamos del avión, pero ese agua ya estaba muy caliente y yo quería algo para refrescarme. Las consecuencias son fáciles de adivinar. Al poco tiempo empecé a sentirme muy mal, fatal. El primer síntoma fue la diarrea: no podía salir de la habitación porque tenía miedo a no encontrar un baño (limpio) cerca. El segundo síntoma fue la fiebre. Creo que tuve una infección y por la noche empecé a tener fiebre alta. ¡Qué mal lo pasé! El hotel tenía un doctor para emergencias y me recetó descanso, unas pastillas y, sobre todo, agua en botella. Tardé unos días en curarme, pero al final pudimos seguir con nuestro viaje. Ahora entiendo por qué hay que tener en cuenta las indicaciones del ministerio de Asuntos Exteriores cuando uno viaja. 85 ochenta y cinco Nur zu Prüfzwecken – Eigentum des Verlags öbv

RkJQdWJsaXNoZXIy ODE3MDE=